miércoles, 16 de diciembre de 2015

Aláida, la niña no muerta

Aláida, mi calaverita; mi niña no muerta. Está quietecita, aunque le cueste y ponga mala cara
para la foto, porque sabe que luego podrá jugar todo lo que quiera... saltar, correr... la dejo hacer, porque me encanta mirarla tan divertida.

Duendecillo con moñetes

Duendecillo, amigo de Aláida. Juega con ella al "pilla pilla". Corretean, y saltan juntos. Sus risas, perdidas en la lejanía, inundan la atmósfera silenciosa que impera en el cementerio.